María es una joven periodista acostumbrada a dejar huella que,
desencantada tras una ruptura amorosa, decide aceptar una corresponsalía en
Kabul. Allí encontrará un mundo diferente, extraño y mágico por momentos, azul
y amarillo, dividido e inescrutable, poblado por mujeres que se le escurren y
que no termina de entender.
Un mundo en el que confluyen muchos otros personajes en ese crisol que
es una ciudad devastada y en proceso de reinvención, como Mahmud, un
guerrillero recién descendido de las montañas donde aún humea la contienda, que
busca reinventarse y añora una infancia que casi no tuvo, perdida entre cometas
y granadas, y que se ofrece como intérprete a Simón, un coordinador de Naciones
Unidas encerrado en su pequeño mundo de hombre occidental que siente que tiene
algo que demostrar. Y también está Ibrahím, un vendedor de alfombras marcado
por los recuerdos; y Jana, una anciana que ha visto a demasiadas mujeres
desaparecer; y Míster Marta, médico de una ONG, que desde su forma especial de
entender el mundo, eligió quedarse en las montañas cuando sus compañeros se marcharon.
Fantasmas azules es una pieza de orfebrería, una novela que nos habla
de miradas, de silencios, de encuentros y pérdidas, de infancias recobradas.
Pero también una reflexión sobre la identidad construida a partir de las
miradas de otros y sobre la individualidad en un tiempo donde todo, hasta las
certezas, se nos ofrecen envueltas y masticadas.
Con ella, con su prosa anegada de poesía, luz, agua e ironía, Paula
Farias se confirma como una de las narradoras más sabias e incisivas de
nuestras letras.